Los enanos de las montañas Vorgrim (1)

18.10.2024

Esta sección está dedicada a mis ejércitos de Kings of War. Cuando empecé a jugar lo hice con Basilea, pero más adelante los aparté para ponerme al frente de mi propio ejército de Enanos. Desde el primer momento intenté dar a mis miniaturas una estética de enanos de los bosques, mientras pensaba en ellos como un clan asentado en la falda de las montañas, en una zona llena de naturaleza, de árboles, picos nevados y animales salvajes. Cuando un tiempo después salió la facción Enanos Libres, no dudé en empezar a jugar con ellos, pues representaban de forma mucho más aproximada a ese clan. Actualmente, después de cien partidas jugadas con Enanos y Enanos Libres, he comenzado un nuevo proyecto: un ejército de Alianza del Norte, o, como a mí me gusta llamarlos, mis enanos del norte. Además de todos esos enanos cuento con un pequeño ejército de Fuerzas de la Naturaleza, que representan a algunas otras criaturas del bosque en el que viven mis enanos, de quienes son aliados ocasionales. Una de las ventajas de vincular varios ejércitos por la misma temática es que, si se hace bien, hay muchas unidades que pueden utilizarse en diferentes ejércitos. ¡Y además es muy divertido!

En las diferentes entradas que formarán la serie de Los enanos de las montañas Vorgrim os mostraré mi ejército y os hablaré de las miniaturas que he elegido para el mismo. También os ofreceré algunos fragmentos del trasfondo que he creado para el mismo, y además os contaré qué representa cada unidad en el tablero de juego, e incluiré un breve análisis dedicado a cada una de esas unidades. ¡Será divertido!


HIJOS DE LA PIEDRA

Durante mucho tiempo, desde que empecé a jugar con Enanos Libres, la espina dorsal de mis enanos han sido los grandes y resistentes elementales de piedra. Para montar las unidades escogí las fantásticas miniaturas de MOM Miniaturas. Cuando compré las miniaturas, en esta página podían encontrarse elementales de piedra que representaban tanto a los enanos clásicos (armaduras, grandes martillos, muchas runas y porte noble y orgulloso) como a los viles enanos del caos (contrahechos, de aspecto brutal y cubiertos por remaches metálicos). Además, había disponible una estatua de un enano matador (aspecto feroz, con dos hachas, torso desnudo y gran cresta de pelo), diseñada como elemento de escenografía, pero que decidí que podía aprovecharse también como elemental de piedra. ¡Compré suficientes para hacer una horda de cada para Kings of War

Los enanos clásicos y los matadores los monté como horda, con cinco figuras cada unidad, mientras que los enanos del caos decidí montarlos como dos regimientos, con tres figuras cada uno. ¡Así contaba con cierta versatilidad a la hora de confeccionar mi ejército! Añadí también un gran elemental de piedra, una miniatura que me parece absolutamente preciosa, y que representa a los enanos clásicos. En total podía desplegar tres hordas de elementales de piedra, o dos hordas y un regimiento. ¡Y al gran elemental, por supuesto!

Había decidido que los colores de mi ejército serían el verde y el gris, representando precisamente los colores de la piedra y del bosque. A la hora de pintar las miniaturas no tuve que complicarme mucho, ya que la piedra queda muy resultona con tan solo dar una capa base de negro, un pincel seco de gris oscuro y un ligero pincel seco de gris claro, o incluso de blanco. Pinte las runas y los ojos con dorados metálicos, añadí algo de tinta verde a algunas zonas de las miniaturas para dar un aspecto más envejecido y coloqué un poco de césped en las propias miniaturas. ¡El resultado final era bastante aceptable! A los enanos del caos les pinté las piezas metálicas de forma que parecieran envejecidas, con un tono que recuerda al del óxido. Finalmente, y para dar un simpático toque de color, al gran elemental de piedra le añadí un perrete con una pelotita roja. 

Entre unidades y el titánico gran elemental de piedra, cuento con más de novecientos puntos de miniaturas para jugar. Tengo además la ventaja añadida de que todas estas unidades me sirven tanto para Enanos como para Enanos Libres y Fuerzas de la Naturaleza. ¡Esto resulta muy útil, pues permite disponer de más variedad de ejércitos con menos miniaturas! 

En Kings of War, los elementales de piedra y el gran elemental de piedra pueden parecer bastante similares debido a sus atributos y reglas especiales, pero lo cierto es que sus usos no son exactamente los mismos. Después de jugar muchas partidas con ellos, puedo deciros que los elementales de piedra forman un yunque durísimo, pero también resultan desesperadamente lentos y hace que el ejército sea más reactivo que proactivo. He jugado una, dos e incluso tres hordas, y creo que el número recomendable son dos, siempre juntas y siempre con un personaje detrás, encargado de darles inspiring, de curar y de echar un surge cuando sea necesario. He aprendido que el hechizo surge, pese a que resulta necesario, es más disuasorio que otra cosa, ya que por lo general evita que el enemigo intente flanquearnos o se sitúe en la retaguardia de nuestras rocas. 

Cuando los puntos lo permiten, equipo a ese mago también con el hechizo bane-chant, para que potencie a nuestras unidades. En el caso de los Enanos Libres en particular, el sacerdote de piedra cuenta con una regla especial que le permite lanzar bane-chant inmediatamente después de surge, lo que permite aprovechar aún más ambos hechizos. 

Otro uso para estas unidades es llevar uno o dos regimientos. En este formato, los elementales de piedra pegan mucho menos, pero siguen siendo terriblemente duros, por lo que pueden resultan útiles en según qué listas, pero siempre como apoyos, o para capturas los objetivos del escenario (en caso de haberlos). 

Respecto al gran elemental de piedra, lo cierto es que sería mucho más útil en peana de monstruo (5x5) que de titán (7´5x7´5). Si bien es cierto que tiene una pegada muy fuerte, cuenta con bastantes ataques menos que la horda de elementales de piedra, lo que, unido a que impacta a 4+, hace que de media fallen la mitad. El único uso interesante que he encontrado a esta miniatura es la mejora [1] que ofrecen los Enanos Libres. Esta le da inspiring (solo a sí mismo, pero le va muy bien) y la habilidad scout, lo que en conjunto le permite colocarse en mitad de la mesa en el turno 1. ¡Teniendo en cuenta lo duro que es y su alto nervio, os aseguro que será un auténtico problema para vuestro rival! Recibe además un hechizo de fuego de corto alcance, pero resulta más bien anecdótico. ¡Aunque alguna alegría me ha dado! Por lo general, cuando he usado a este gran elemental de piedra con la mejora [1], lo he desplegado en un flanco o incluso en el centro y lo he hecho avanzar hacia el medio del campo de batalla, a veces para asegurar un objetivo de botín antes incluso de empezar la partida. ¡Desde luego no es fácil quitárselo!

TRASFONDO

Las montañas Vorgrim, situadas al noreste de Lácenor, son el hogar de los dvergars (nombre que reciben los enanos que habitan en el mundo de Lobos de Grímnir, en cuyo trasfondo me baso para dar forma a mis enanos (¿habéis leído ya las novelas? ¿No? ¡Pues podéis encontrarlas AQUÍ!)). En el interior de dichas montañas se encuentra el reino de Nidavellir (la influencia de la mitología nórdica es enorme en esta serie de fantasía oscura), formado por diferentes ciudades que se despliegan dentro de la montaña y que se extienden por las profundidades. En esas ciudades, como protectores inagotables, pueden encontrarse los constructos conocidos como Guardia de Piedra, obra de los mejores maestros rúnicos dvergar. Estas colosales criaturas se crean para que sirvan no a individuos, sino al pueblo dvergar por completo, y para que protejan sus hogares de aquellos potenciales enemigos que puedan llegar desde el exterior... o desde lo más profundo de la oscuridad que albergan las profundidades. 

Algunos de los mayores héroes dvergars son recompensados con la imperecedera creación de un golem de piedra particularmente grande y poderoso, en el que se plasma el aspecto y el rostro del héroe en cuestión. El de la foto en particular tiene el aspecto del paladín de la Luz Brakus Puñopiedra, quien cayó siglos atrás combatiendo a la Oscuridad y a los demonios que trataron de invadir Lácenor durante la guerra conocida como II Caída de Gothmaug. Su nieto, el cazador de monstruos Drakyo Puñopiedra, forma parte de los Lobos de Grímnir

«A lo largo de las paredes de la gruta podían verse las aberturas de una docena de pasajes que conducían hacia el exterior, a una amplia red de túneles severamente custodiada por la eficiente Guardia de Piedra dvergar, red que hacía el mismo papel que desempeñaban las murallas de cualquier castillo del exterior, ya que era muy difícil atravesar la red de túneles, tanto por su despliegue en forma de laberinto como por los guardianes que protegían la zona. Para reforzar las protecciones de la ciudad, tanto en los túneles de defensa como en la propia urbe había grandes criaturas de piedra cubiertas de brillantes runas; colosos cuyo aspecto imitaba al de los propios dvergars y que desempeñaban la labor de guardianes y protectores capaces de despertar en caso de ataque o amenaza externa».

LOBOS DE GRÍMNIR

La Guardia de Piedra puede encontrarse también en el exterior, en los alrededores de las montañas Vorgrim, como custodios de los refugios y de las ciudades de aquellos dvergars que han decidido instalarse en los bosques, en vez de hacerlo en el interior de la montaña. No pocos viajeros de otras razas se han llevado un susto de muerte al encontrar entre los árboles, la roca y la nieve a uno de estos colosos. Sin embargo, no son peligrosos para nadie que no trate de hacer daño al pueblo dvergar.  

Pues hasta aquí llega la primera entrega de Los enanos de las montañas Vorgrim. ¡Mientras esperáis las siguientes, aprovechad para leeros las novelas de Lobos de Grímnir!

JOAQUÍN SANJUÁN