La secesión, de Gav Thorpe
Hoy vamos a recomendar una enorme novela de fantasía, perteneciente al popular mundo de Warhammer Fantasy. Digo enorme por su tamaño (pues hablamos de un volumen integral que abarca una trilogía, lo que suma casi mil cuatrocientas páginas), pero también por su contenido, pues La secesión no es solamente una novela, sino que es un pedazo del trasfondo de Warhammer Fantasy, ya que su historia, ya de por sí interesante y muy, muy recomendada, nos narra los acontecimientos que dieron lugar a la secesión del pueblo de los elfos, suceso que creó el cisma del que surgieron los Altos Elfos y los Elfos Oscuros.
Lo cierto es que la de los elfos siempre ha sido una de las razas más populares de Warhammer Fantasy, en especial cuando hablamos de Altos Elfos y de Elfos Oscuros,y uno de los innegables pilares de su historia, por lo que su propia historia resulta compleja y de gran importancia en el trasfondo global. Esta trilogía ofrece esos hechos históricos, los relacionados con la secesión, desde tres puntos de vista diferentes que viven los acontecimientos desde ángulos diferentes, y cuyas historias se entrecruzan, lo que permite que, en ocasiones, podamos leer la misma escena vista desde ángulos diferentes. Estas novelas, las que conforman la trilogía que abarca La secesión, están protagonizadas respectivamente por tres de los personajes más importantes de la mitología de los elfos. Se trata de Malekith, de El Rey Sombrío, y de Caledor, nombres que, por supuesto, dan título a las diferentes novelas.
Malekith es hijo de la hechicera oscura Morathi y de Aenarion, el primer Rey Fénix. Es más conocido por ser el gobernante y líder de los Elfos Oscuros, la escisión de los Altos Elfos que se vuelca en la oscuridad y en los dioses del Caos. Es él, junto a su madre, el gran responsable del surgimiento del cisma que quebró la raza de los elfos en dos pueblos diferentes, uno consagrado a la luz y el otro a las tinieblas. En la primera novela, sin embargo, conoceremos a Malekith de que abrace la Oscuridad, e incluso lo veremos trabar amistad con los enanos y enfrentarse a su madre, instigadora de cultos prohibidos por toda la nación élfica. Sin embargo, llegado el momento, las llamas reclamarán a Malekith, y dejarán a su paso tan solo odio y ansia de venganza.
El Rey Sombrío está protagonizada por Alith Anar, señor de una Nagarythe condenada a quebrarse por los actos que se desencadenan durante La Secesión. Si la primera parte de la saga narra el ascenso y caída de Malekith, la segunda es un torbellino de sombras, a causa de un personaje, El Rey Sombrío, quien, como su tierra, vive bajo la perpetua amenaza que supone la amenaza de la oscuridad, amenaza que tan solo puede combatir con una frialdad y un odio muy poco habituales entre los suyos. El propio Alith Anar lo expresa muy bien en una de las frases con más fuerza de toda la novela: "Quizás les perteneciera la noche, pero las sombras eran propiedad del príncipe Anar".
Finalmente, en Caledor encontramos un tercer ángulo desde el que conocer la división de los elfos. En esta historia, protagonizada por el poderoso guerrero elfo Imrik (posteriormente bautizado como Caledor en honor de su antepasado), confluyen las dos novelas anteriores para ofrecer un final épico y trágico a partes iguales. Sin embargo, debido a los constantes cruces que existen entre las tres novelas, en esta tercera parte el lector puede sentir cierta sensación de pesadez a causa de revivir por tercera vez algunos de los acontecimientos narrados en La secesión. Personalmente, creo que el resultado hubiese sido mejor si, en vez de desarrollar tres novelas y unirlas como trilogía, se hubiese dado forma a una única novela que alternase las historias de los tres protagonistas, Malekith, Alith Anar y Caledor, eliminando así la necesidad de contar hasta tres veces ciertas escenas. Sin embargo, y pese a ese problema, La secesión es una novela muy recomendada tanto si eres aficionado a las novelas de Warhammer Fantasy como si lo eres a la fantasía en general.
JOAQUÍN SANJUÁN