La Primera Ley, libro 4. La mejor venganza
La mejor venganza es el cuarto título de la serie La Primera Ley, de Joe Abercrombie. Es importante no confundir dicha serie con la trilogía homónima, que no es otra cosa que el inicio de la serie, que abarca ya una decena de títulos, entre ellos dos trilogías, algunas novelas independientes y hasta una antología de relatos. Inmediatamente después de dicha trilogía, La Primera Ley, va, como decía, La mejor venganza, un libro independiente y que ofrece una historia completa. La novela, de casi mil páginas, cuenta con la gran extensión habitual en las obras de Abercrombie, y está situada pocos años después de la trilogía La Primera Ley. Cuenta con un repertorio de protagonistas que en su mayor parte resultan nuevos para el lector, si bien el autor rescata a dos o tres secundarios de la anterior trilogía, entre los que destacan el norteño Escalofríos y el mercenario Cosca, quien siempre se las apaña para caer de pie sin importar lo mal que pinten las cosas. Además, a medida que avanza la historia encontraremos también multitud de referencias a personajes de la primera trilogía, e incluso algún que otro cameo, como el del mismísimo rey de La Unión, que cuenta con una breve e inesperada aparición que probablemente nunca olvidará.
La premisa de la novela es, en principio, bastante sencilla: la búsqueda de venganza, como bien señala el título. La protagonista, Monza Murcatto, una mercenaria que trabaja para el duque Orso (el suegro del rey de La Unión, para más datos) es traicionada por este y dada por muerta. Junto a un pintoresco grupo de aliados, todos ellos asesinos y mercenarios, la mujer está decidida a acabar con la vida de todo aquel involucrado en la traición sufrida. A partir de ese momento, inicia un largo camino en busca de venganza, una venganza que le pasa factura con cada muerte que se cobra. ¿Qué quedará de Monza Murcatto y de sus aliados cuando esta complete su venganza, si es que consigue hacerlo? ¿Habrá merecido la pena? ¿O quizás terminen matándose unos a otros, debido a las muchas rencillas internas del grupo de Murcatto? Las respuestas, así como el desenlace de la historia, no siempre resultan ser las que cabría esperar, pues Abercrombie nos tiene reservadas un par de sorpresas que lo cambiarán todo, y que harán que el lector vea La mejor venganza con otros ojos. Y es que, a veces, no todo es lo que parece...
La mejor venganza hace gala de las mejores virtudes de la trilogía La Primera Ley, si bien es cierto que tiene algunos fragmentos que quizás resulten demasiado largos, y que tal vez la novela habría ganado si su extensión fuese algo menor. No carece, eso sí, de la crudeza, la brutalidad y la oscuridad a la que Abercrombie nos tiene acostumbrados, y, como sucedía en La Primera Ley, a lo largo de la novela asistimos a algunas escenas devastadoras y salvajes, a traiciones, asesinatos, sexo brutal, violencia y un buen puñado de palabras malsonantes, todo ello en una ambientación que haría enrojecer a los personajes de George R. R. Martin. ¡Pero eso no es todo! La mejor venganza funciona muy bien como una novela independiente, eso es indiscutible, pero además Abercrombie se encarga de que sea más que eso, y, sin que nadie lo vea venir, la transforma en un elemento fundamental del desarrollo de una historia mayor que, si bien puede intuirse en la novela, pasa de puntillas y sin hacer mucho ruido, o al menos más del necesario para convertir La mejor venganza en una pieza de algo mayor. ¡Habrá que seguir leyendo para descubrir qué está pasando!
JOAQUÍN SANJUÁN