Héroes de la Dragonlance I, vol.1: La Leyenda de Huma

19.02.2024

Richard A. Knaak, autor de La Leyenda de Huma, es uno de esos autores que, si bien pasan desapercibidos para buena parte de lectores, lo cierto es que tiene a sus espaldas una larga y fructífera carrera como escritor de fantasía. Ha escrito para la gran saga Dragonlance cerca de una docena de libros, la mayoría enfocados en la raza de los minotauros (trilogía Las guerras de los minotauros, el libro Kaz el minotauro), es autor de la saga Dragonrealm y ha escrito novelas para Diablo y Warcraft, así como algunos títulos de Conan el bárbaro, entre otros. En total, si la suma no me falla, unos setenta libros escritos desde 1988 (cuando publicó precisamente La Leyenda de Huma) hasta el día de hoy.  

La Leyenda de Huma (1988) fue la primera novela de la Dragonlance que no tenía como protagonista a ninguno de los Héroes de la Lanza ni a sus aliados. No es de extrañar que para semejante honor se escogiese como figura protagonista al mismísimo Huma Dragonbane, personaje legendario en el mundo de la Dragonlance, en especial para los caballeros de Solamnia. Esta novela es además la primera de la serie Héroes de la Dragonlance, que ofrece al lector historias protagonizadas por personajes clásicos del trasfondo de la Dragonlance, tales como el propio Huma. Esta serie, una de las más transversales escritas hasta el momento para la colección, ofrece, sin embargo, algunas historias sumamente interesantes.  

Huma Dragonbane es una historia de fantasía que se acerca mucho al concepto clásico y más tradicional de la misma, pero esto, lejos de suponer un inconveniente para la novela, es una ventaja, pues es precisamente lo que el autor pretende ofrecer: la historia de un héroe legendario. El propio Huma es la imagen del ideal caballeresco, del hombre bueno y noble, del caballero valeroso y de buen corazón, aquel que ayuda a los necesitados y deshace entuertos allá por donde va, con frecuencia arriesgando su propia vida en el proceso. Es así como conocerá al que se convertirá en su más fiel compañero, el minotauro Kaz, quien le jurará fidelidad después de que el caballero salve su vida de aquellos que querían acabar con él debido a su raza. Aparecerá entonces Magius, viejo amigo de la infancia de Huma y ahora convertido en un mago renegado que huyó de la prueba a la que se somete a aquellos que quieren convertirse en hechiceros de pleno derecho. 

Será entonces cuando la vida de Huma Dragonbane se ponga del revés, y cuando florezcan traiciones, revelaciones y enemigos por doquier, pese a lo que el caballero se mantendrá siempre firme y resuelto, decidido a dar su vida, de ser menester, antes que a permitir que el mal triunfe. Lo que no sabe, lo que nadie sabe, es que será el propio Huma quien descubra las poderosas Dragonlances, armas de inmenso poder que ayudarán a las fuerzas del bien a contener y derrotar a los dragones del mal que luchan para Takhisis, Reina de la Oscuridad. Otro elemento de gran protagonismo en La Leyenda de Huma es la historia de amor entre el propio Huma y Gwyneth, una dragona plateada a la que conocerá al principio de la historia, sin saber entonces cuál es su auténtica naturaleza. Poco a poco, y pese a sus muchas diferencias, brotará entre ambos una hermosa historia de amor que, si bien quedará irremediablemente truncada, se convertirá, al igual que la vida del propio Huma, en una leyenda que perdurará para siempre en el mundo de la Dragonlance. 

 Pese a que se trata de su primera novela, Richard A. Knaak realiza un magnífico trabajo en La Leyenda de Huma, tanto que el libro fue todo un éxito cuando se publicó a finales de los años ochenta, e incluso estuvo en las listas de los más vendidos. Hoy en día, probablemente por la evolución de la literatura fantástica en los últimos treinta y cinco años, La Leyenda de Huma desprende un fuerte sabor a clásico, no solo por la propia historia en sí, que también, sino por el estilo que usó el autor al escribirla. En cualquier caso, y por lo que a mí respecta, La Leyenda de Huma es una de esas novelas de la Dragonlance que, si bien no resultan de necesaria lectura para seguir la historia principal, sí que la catalogaría de imprescindible lectura para los amantes de la fantasía, en especial para aquellos que disfruten de una buena historia de caballeros al estilo clásico.

JOAQUÍN SANJUÁN


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