El elfo oscuro, libro 3. El refugio

Pero El refugio es mucho más que el final de una trilogía y el nexo entre dos atapas distintas en las aventuras de Drizzt y sus amigos. Esta novela, como la propia saga El elfo oscuro, nos narran un viaje y una búsqueda, la de un joven héroe, el elfo oscuro que le da título, que trata de encontrar con desesperación su lugar en el mundo después de decidir que su ciudad natal no es para él, pues no comparte ni las creencias, ni la forma de vida, ni la maldad intrínseca propia de los de su raza. Si La morada narró las vivencias del protagonista en ese oscuro lugar, Menzoberranzan, y El exilio relató las muchas dificultades que Drizzt Do´Urden tuvo que enfrentar para sobrevivir lejos de la ciudad que le había visto nacer, así como lo dura que le resultaba la soledad, en El refugio vemos que, tras abandonar la infraoscuridad, el particular drow no deja de viajar en busca de un lugar al que poder llamar hogar y en el que vivir en paz. Pero no será fácil, pues los prejuicios gobiernan con frecuencia a las personas, y el elfo pronto descubrirá que ahora vive en un mundo que lo odia y lo teme, y que no está dispuesto a olvidar su siniestra herencia drow.  

 Son muchos los lugares a los que Drizzt Do´Urden intenta llamar hogar, solo para descubrir con dolor que siempre termina regresando al camino para ir en busca de otro sitio al que, con suerte, esta vez sí poder considerar su hogar. En ocasiones son los prejuicios, el odio y el miedo lo que hacen que tenga que marcharse, pero otras veces es la maldad de los hombres lo que lo lleva a enfrentarse a individuos que están decididos a acabar con él simplemente porque es un drow. Pese a todo esto, el protagonista se mantendrá siempre firme en cuanto a sus creencias y convicciones, y pasará años viajando, mientras prueba suerte en poblaciones que, sin excepción, le dan con la puerta en las narices al advertir que pertenece a la infame raza de los drows. Será tras siete años de viaje y en un apartado en inhóspito lugar conocido como el Valle del Viento Helado donde Drizzt Do´Urden encontrará al fin el hogar que ha anhelado durante toda su vida, y lo hará gracias a una dulce niña de gran corazón llamada Catti-brie y a su gruñón padre adoptivo, el rey enano Bruenor Battlehammer, cuyo reino se encuentra precisamente en ese lugar. Drizzt no podía saberlo todavía, pero allí, en el Valle del Viento Helado, no terminó al fin su viaje en busca de un hogar, sino que encontró a los que se convertirían en dos de los mejores amigos que el elfo tendría jamás. O, en el caso de Catti-brie, incluso en mucho más que eso... Pero, como suele decirse, eso es otra historia.