El Custodio de Agravios, de Gav Thorpe
El custodio de agravios es una novela ambientada en el mundo de Warhammer Fantasy; una novela que oculta varias sorpresas para aquellos lectores versados en dicho universo. Es, eso resulta evidente, una historia protagonizada por el pueblo de los enanos, cosa extraña, pues no son muchas las novelas de Warhammer Fantasy las que tienen como protagonista absoluta a esta raza. De entre las publicadas en español, de hecho, tan solo encontramos El custodio de agravios y El quebrantador de juramentos. Está, además, escrita por Gav Thorpe, uno de los autores con más títulos publicados dentro del mundo literario de Warhammer Fantasy. Esto, que podría pasar por un dato más, lo cierto es que cuenta con gran relevancia. Gav Thorpe es el autor de la trilogía La Secesión, en la que, con Malekith como eje central, narra la historia del cisma de los elfos que dio origen a los elfos oscuros, y es también autor de La maldición de Khaine, una de las novelas de la saga El Fin de los Tiempos, y en la que los elfos en general y Malekith en particular tienen un gran protagonismo. Esta novela bien podría ser considerada una continuación directa de La Secesión, dado el elevado protagonismo de altos elfos, elfos oscuros y del propio Malekith. Pues bien, en El custodio de agravios podemos ver al mismísimo Malekith brevemente, con su amigo el rey enano Snorri Barbablanca, cuya amistad fue narrada por Gav Thorpe en La Secesión, lo que crea un vínculo directo entre esta novela y las otras escritas por el autor. Pero no es la única sorpresa que encontraremos, ya que en las páginas de El custodio de agravios veremos a figuras tan notables para los enanos (y de sobra conocida por los aficionados a Warhammer Fantasy) como son El Rey Matador o El Enano Blanco.
Pero vamos con la trama de El custodio de agravios. Esta novela, dividida en ocho capítulos (en ocho agravios, para ser exactos) narra cómo el rey enano Burundir, heredero de la corona tras la muerte de su padre, busca la manera de zanjar tantos agravios como le sea posible, propósito que le llevará a enfrentarse desde a conflictos que tienen miles de años de antigüedad, hasta a agravios más recientes, como el que causó la muerte de su propio padre, el antiguo rey Throndin Corazón de Piedra, traicionado por los humanos. A lo largo de la novela veremos al rey dirigir a sus ejércitos contra todo tipo de enemigos, desde los viles skavens hasta los siniestros goblins, pasando por orcos, humanos e incluso, en una memorable batalla, a la impía alianza formada por las fuerzas de El Caos y por los traidores a la raza de los enanos, aquellos conocidos como Enanos del Caos.
Gav Thorpe demuestra de nuevo que es un experto en el mundo de Warhammer Fantasy, y ofrece a los lectores escenas que parecen sacadas directamente del propio trasfondo de este mundo, así como situaciones que aquellos aficionados al wargame reconocerán con una sonrisa, como máquinas de guerra que explotan, o chamanes goblins que… eh… que también explotan. En conjunto, y tal y como ya hizo de forma mucho más extensa en La Secesión, Gav Thorpe teje una historia a través del tiempo, una historia repleta de épica, de héroes, de agravios, de juramentos y de grandes batallas, que es todo lo que necesita ofrecer una novela de Warhammer Fantasy. Está especialmente recomendada para aquellos que, como yo, sienten especial debilidad por la raza de los enanos; aquellos que solo necesitan un hacha afilada en una mano y una pinta de cerveza helada en la otra.
JOAQUÍN SANJUÁN