Doneval, de Graham Dunstan Martin

06.09.2023

Hoy os traigo la reseña de una antigua novela de fantasía juvenil, poco conocida y frecuentemente olvidada por muchos de los que la leyeron en su momento. Se trata de Doneval, novela publicada en castellano durante la década de los ochenta en la colección Austral Juvenil de Espasa-Calpe/Planeta-Agostini. Doneval. Su título original es Giftwish, fue publicada en 1978 y es obra de Graham Dunstan Martin, inglés nacido en 1932 y fallecido durante el 2021, quien dedicó su vida a las letras: estudió filología, fue profesor de literatura, fue traductor y escribió y publicó un puñado de títulos, entre ellos la novela que nos ocupa. Doneval, obra con clara influencia de clásicos como El Señor de los Anillos o Las Crónicas de Narnia, es un libro que hoy en día resulta muy difícil encontrar en castellano, a no ser que demos con él en una librería de segunda mano, o algo similar. En su época, sin embargo, conquistó a montones de niños, para muchos de los cuales Doneval fue su inicio en la literatura fantástica. 

La novela en sí no ofrece grandes pretensiones, pues se limita a contar una historia sencilla pero bien estructurada y mejor narrada. En esencia se trata de un viaje del héroe, con un protagonista, Evan, que se ve involucrado en una profecía sin saber muy bien cómo o por qué. Esto, que puede verse (y con razón) como un tópico de las novelas de fantasía, Graham Dunstan Martin lo narra al mismo tiempo como inicio de la historia que nos va a contar y como sátira a las historias de fantasía, algo que será habitual a lo largo de toda la novela, en la que el autor no tiene reparos en utilizar elementos tópicos ni, al mismo tiempo, en utilizarlos para satirizar de forma discreta esos mismos tópicos. Uno de los momentos en que resulta más evidente esto es cuando el protagonista, harto de vérselas con todo tipo de dificultades durante el duro camino que le conducirá hasta el malvado y oscuro nigromante antagonista, pregunta al mago de la historia por qué no ha podido usar magia para teletransportarle directamente hasta allí, a lo que el mago da una respuesta que queda a medio camino entre "necesitabas hacer este viaje para convertirte en el héroe que eres" (viaje del héroe) y "la historia necesitaba este viaje para que hubiera algo que contar", comentario que roza la metaliteratura. Pero, eh, ¿qué se puede esperar de un mago? Respecto a los personajes, vemos que en ellos el autor también hace este divertido doble juego entre lo clásico y la sátira, lo que en términos generales da lugar a una novela que tiene dos lecturas posibles: la de una novela de fantasía sencilla y juvenil por un lado, y la de una sátira fantástica que se ríe de sí misma y de las novelas de fantasía, lectura esta reservada a aquellos con cierto recorrido como lectores de literatura fantástica. 

Además de Doneval, Graham Dunstan Martin también escribió una secuela directa de la historia, titulada Cathfire y publicada en castellano como Favila en 1981, solo tres años después de Doneval. Favila también apareció en la colección que nos ofreció Doneval, pero es aún más difícil de encontrar que la primera parte, lamentablemente. En conjunto Doneval y Favila resultan una divertida aventura llena de magia y de seres fantásticos, con magia, dragones, oscuros nigromantes a los que derrotar, valientes héroes y heroínas dispuestos a hacerles frente y mucho, mucho sentido del humor. Es, en definitiva, una historia más que adecuada para iniciar a cualquier niño en la literatura fantástica, ¡pero también para disfrutar su sátira como adultos aficionados al género!

JOAQUÍN SANJUÁN