Crónicas Perdidas de la Dragonlance, libro 3: La Torre de Wayreth

13.01.2025

La Torre de Wayreth es la tercera y última novela de la trilogía Crónicas Perdidas de la Dragonlance, obra de Margaret Weis y Tracy Hickman, serie que los autores crearon con la intención de rellenar algunos huecos que quedaron pendientes durante las Crónicas de la Dragonlance, debido a la extensión de dicha trilogía. En la primera novela, El Mazo de Kharas, se narra lo sucedido a Los Compañeros en el reino de los enanos de las montañas, abierto por primera vez en siglos. En la segunda, El Orbe de los Dragones, son Kitiara y Laurana quienes cargan con el peso de la trama, que gira en torno a ellas y a su amor por Tanis, pero también en torno al Orbe de los Dragones perdido en El Muro de Hielo. El cierre de la serie, La Torre de Wayreth, narra el que probablemente sea uno de los huecos que más interés y dudas generaba de los que se encuentran en la trilogía original de las Crónicas de la Dragonlance: lo que le sucedió a Raistlin Majere desde que escapó del remolino del Mar Sangriento hasta que, como portador de la túnica negra, ayudó a Tanis Semielfo a derrotar a la Oscuridad.  

En lo que a trama y a completar agujeros se refiere, no hay dudas de que La Torre de Wayreth es el mejor de los tres libros de la trilogía Crónicas Perdidas, tanto por el interés de la trama que se cuenta en el libro como por el personaje que la protagoniza, el carismático e interesante Raistlin Majere. Le sucede además lo contrario de lo que comentaba en la reseña de El Orbe de los Dragones: toda la trama referente al mago está tan bien hilada y tan bien introducida que fluye con absoluta naturalidad, lejos de lo forzados que quedaban no pocos aspectos de El Orbe de los Dragones. Si hay un libro de las Crónicas Perdidas que debería ser de lectura obligatoria para todo aficionado a la saga Dragonlance, ese es sin duda La Torre de Wayreth.

Raistlin Majere no es el único personaje que encontramos en La Torre de Wayreth. Como personajes secundarios nos encontramos a su hermanastra Kitiara, presente a lo largo de toda la trilogía, así como al Caballero de la Muerte Lord Soth o al favorito de la Reina de la Oscuridad, Lord Ariakas, así como a dos nuevos personajes que resultan a cada cual más interesante que el otro: la kender Marigold, exclusiva de esta novela, y la hechicera Iolanthe, servidora de Ariakas, y a la que vimos también en El Orbe de los Dragones

Curiosamente, La Torre de Wayreth puede que sea también la más emotiva de las novelas de las Crónicas Perdidas. Esto se debe principalmente a dos cuestiones. Por un lado, al nuevo enfoque con el que vemos el desenlace de las Crónicas de la Dragonlance, narrado también en esta novela, y que nos muestra a Raistlin ayudando a Tanis a derrotar a Ariakas, así como el reencuentro entre Raistlin y Caramon. Por otro lado, se debe a la breve pero intensa participación en la novela por parte del enano Flint Fireforge, quien tiene un encuentro con Raistlin en el que este le advierte de sus problemas de corazón. Más tarde el propio mago, amparado por un hechizo de invisibilidad, será testigo de la muerte del viejo enano cascarrabias, una de las escenas más tristes de las Crónicas de la Dragonlance, y se nos mostrará como incluso Raistlin siente un gran respeto por el enano, al que ayuda en sus últimos momentos de vida en agradecimiento, dice, porque Flint siempre fue bueno con él. Si la escena del infarto del enano ya resultaba dura y triste en su versión original, este nuevo enfoque hace que resulte todavía más triste, aunque quizás no tan dura. A fin de cuentas, Raistlin estuvo allí para ocuparse del bueno de Flint.

JOAQUÍN SANJUÁN