Aprende a jugar a Kings of War
Cuando vamos a probar un juego nuevo, y en particular si se trata de un wargame, siempre hay una serie de dudas que nos asaltan y que rara vez podemos resolver, a no ser que contemos con la guía y los consejos de un jugador veterano. ¡Pero tranquilos, que para eso estoy yo aquí! Hoy vamos a tratar de orientar a aquellos que quieran lanzarse a jugar a Kings of War para que sepan cómo empezar y, de esa forma, sean capaces de sacarle el máximo provecho. ¡Es más fácil de lo que parece!
VAMOS A PONERNOS SERIOS
¿Qué ejército elijo? ¡El que más te guste, por supuesto! Puedes guiarte por las miniaturas o por el trasfondo, o simplemente dejarte llevar por tu intuición. E incluso si tienes miniaturas de otros wargames es muy probable que puedas aprovecharlas. Pero, al final, debes tener claro que el objetivo es acercarse al juego y conocerlo. ¡Siempre tendrás tiempo más adelante de replantear tu elección de ejército! Lo importante, por ahora, es jugar. ¡Así que juega!
¿Cómo me hago la lista? Pues sí, es complicado cuando no conoces un juego, ¿verdad? Sin embargo, volveré de nuevo a que el objetivo de una primera partida no es otro que conocer el juego, por lo que ese ha de ser tu planteamiento a la hora de hacer la lista. ¿Mi consejo? ¡Prueba todas las cosas que puedas y no te preocupes por el momento de hacer una lista competitiva! La mayoría de los ejércitos cuentan con infanterías, caballerías, tropas de disparo, magia, máquinas de guerra, monstruos... Así que intenta hacer una lista variada, pues de esa manera podrás probar los diferentes tipos de unidades del juego. ¡Mientras más cosas pruebes, más aprenderás! Además, estoy seguro de que tu rival, si le has dicho que es tu primera partida, no se mostrará demasiado riguroso respecto a tu lista y a los posibles errores que hayas cometido al hacerla, que seguro que los habrá. ¡Pero, al menos, asegúrate de leerte las reglas antes!
¿Necesito un ejército completo para jugar? Desde luego que no. Eso de comprarse un ejército entero antes de conocer un poco el juego y de jugar las primeras partidas nunca es una buena idea, porque lo más normal es que no sepas qué necesitas para tu ejército hasta que lleves algunas partidas. ¡Pero no te agobies por ello! En primer lugar, cualquier jugador veterano sabrá orientarte sobre qué puedes comprarte, si es que quieres llevarte miniaturas antes de empezar a jugar. Pero si prefieres esperarte a haber jugado un par de partidas, tan solo tienes que hablarlo con tu rival. Es muy posible que a este no le suponga ningún problema que utilices otras miniaturas (todos hemos usado en alguna ocasión goblins para representar elfos, por ejemplo). E incluso, y siempre con la aprobación de tu rival, puedes usar bandejas de movimiento vacías o incluso rectángulos de papel o cartón, siempre debidamente identificados. ¡Ya tendrás tiempo para comprar tu ejército cuando hayas jugado un par de partidas y sepas un poco mejor qué es lo que quieres!
LA PRÁCTICA HACE AL MAESTRO
Partida a partida iremos mejorando nuestro juego poco a poco, y al mismo tiempo conoceremos mejor el reglamento y las diferentes combinaciones que nuestro ejército en general y nuestra lista en particular nos permite hacer. De esta forma, casi sin darnos cuenta, dejaremos de ser jugadores novatos para convertirnos en jugadores experimentados. Naturalmente, a medida que ganemos experiencia, el propio juego ganará interés y profundidad, y descubriremos cosas que antes no conocíamos. ¡Vamos a ver un adelanto!
LA
COMUNIDAD.
Una
de las mejores cosas de los wargames
y
de otros juegos del mundillo (sean de mesa, de rol o de cartas), es
que tienden a crear comunidad.
Una comunidad es una serie de personas con interés afín por dicho
juego, y que acostumbran a moverse por la misma zona geográfica, por
lo que, en el momento en que nos adentramos en un juego nuevo, es
inevitable que conozcamos a, al menos, parte de esa comunidad. Y, si
bien debería ser algo obvio, cuando llegamos a una comunidad nueva
es importante mantener una actitud cordial y respetuosa hacia los
otros miembros. Al margen de lo básico y fundamental que resulta
semejante comportamiento, esa comunidad nos va a permitir encontrar
con relativa facilidad gente con la que jugar a, en este caso, Kings
of War,
e incluso podemos hacer nuevas amistades dentro de la misma. Sin
embargo, y aunque parezca mentira, a veces es importante que
recordemos que se trata solo de un juego, y que disfrutar del mismo y
ofrecer y recibir una actitud cordial resulta siempre fundamental.
APRÉNDETE
LAS REGLAS.
De
nuevo estamos ante algo que debería resultar obvio, pero
lamentablemente no siempre es así. No me malinterpretéis: todos
tendremos siempre alguna durante el juego, yo el primero, pero una
cosa es eso y otra muy diferente que el rival tenga que estar a cada
momento explicándonos ciertas cosas o corrigiendo lo que hacemos,
pues no conocemos las reglas lo suficientemente bien como para
enfocar una partida. ¡Es muy molesto jugar contra alguien que no se
ha molestado en aprenderse el reglamento! Que quede claro que este punto no va dirigido a jugadores novatos,
sino a aquellos que arrastran docenas de partidas a sus espaldas y,
sin embargo, siguen sin aprenderse el reglamento. De verdad, ¿a qué
estáis esperando?
Cuando en una partida intervienen dos ejércitos completamente pintados y montados, el espectáculo es impresionante. Esto no significa que sea un problema si acudes a jugar con miniaturas, sin pintar o incluso a medio montar. ¡Incluso con peanas parcialmente vacías, si aún no has podido preparar esa nueva unidad que quieres probar! Pero no solo es recomendable que intentes lucir un ejército presentable, sino que, en caso de no serlo, deberías avisar a tu rival antes de la partida. Además, si estás representando alguna unidad o llevas miniaturas incompletas o sin pintar, deberías dejar claro a tu rival qué tipo de unidad es, para así evitar malentendidos.
LA PARTIDA.
ACCESORIOS. Por favor, lleva dados, metro y marcadores varios. Cuesta muy poco preparar esos accesorios.
CONOCE A TU ENEMIGO. Puede parecer fácil, pero en Kings of War, con más de treinta listas disponibles, no lo es en absoluto. Resulta recomendable echar un buen vistazo a los diferentes ejércitos, lo suficiente como para tener una idea general de qué puede hacer cada una de las unidades que tu rival despliega. Si juegas siempre contra los mismos rivales no debería ser necesario, pero sí lo es, sobre todo, si acostumbras a acudir a torneos, pues en ellos puedes enfrentarte a jugadores con ejércitos a los que nunca antes te has enfrentado. Si, además de las dificultades obvias de una partida, te encuentras con que debes lidiar también con el hecho de que no sabes qué hace cada uno de los elementos del rival, tendrás un problema muy, muy serio. Os aseguro que no suele acabar bien.
TEN UN PLAN. Hay jugadores que parecen buscar siempre la mejor unidad, el mejor personaje, el mejor hechizo, el mejor monstruo... Os contaré un secreto: llevar la mejor lista no te garantiza nada. Resulta mucho más útil (e inteligente) crear tu lista de ejército en torno a un plan, buscar sinergias y estrategias entre tus unidades e incluir aquellas tropas que necesites para llevarlas a cabo. Una unidad puede no ser la mejor de la lista, ¡pero puede ser la mejor para realizar esa tarea que tú le tienes reservada en tu estrategia de juego!
EL DESPLIEGUE Y EL PRIMER TURNO. En Kings of War se dice a menudo que el despliegue y el movimiento del primer turno son media partida, pues de lo que hagas en los primeros momentos de la misma va a depender todo lo demás. Esto tiene mucho de verdad, os lo garantizo.
A la hora de desplegar tendremos que considerar muchas cosas: nuestro plan de batalla, el escenario que nos ha tocado jugar, la escenografía y el propio ejército rival, por supuesto. Si desplegamos con inteligencia seremos capaces de usar tanto la escenografía como el escenario a nuestro favor, pero resulta más fácil decirlo que hacerlo, ¿verdad? Con práctica, sin embargo, aprenderemos a sacarle el mayor provecho posible a nuestro despliegue.
¡NO PIERDAS DE VISTA A TU RIVAL! Resulta tan importante lo que hagas en tu turno como permanecer bien atento a todo lo que él hace durante el suyo. De hecho, es recomendable que, a medida que nuestro rival juega su turno, nosotros vayamos planeando el nuestro propio. ¡Eso nos ayudará a hacer un mejor juego!
¡DIVIÉRTETE! De lo contrario, ¿qué sentido tiene todo esto?
Hasta aquí el artículo de hoy. ¡Nos vemos en el campo de batalla!